La evaluación de impacto permite medir los cambios que se han producido en la sociedad como consecuencia de una política pública o cualquier otro tipo de intervención. El impacto (u outcome) son todos los cambios, directos o indirectos, intencionados o no intencionados, que se producen como consecuencia de la implementación del programa, iniciativa o actividad.
Puesto que los problemas sociales pueden ser consecuencia de muchos factores, el interés de la evaluación de impacto no es sólo en medir cambios en la magnitud del problema, sino conseguir atribuir la causalidad de estos cambios al programa o política evaluada.
En términos más específicos, el impacto de una intervención o programa es la diferencia entre lo que realmente acontece a las personas participantes y el llamado contrafactual: lo que les hubiera sucedido si no hubieran participado. Sin embargo, dado que es imposible que los propios sujetos participen y no participen en un determinado programa, el contrafactual no es observable.
El principal reto de la evaluación de impacto, por tanto, consiste en proponer una estrategia que permita obtener una medida creíble de este contrafactual. La medida del impacto real del programa se obtiene cuando del outcome observado se resta la estimación del outcome contrafactual.

Las preguntas que se desean resolver a través de evaluaciones de impacto son:
- ¿Ha logrado el programa corregir la problemática? ¿En qué medida?
- ¿Qué componentes de la intervención son más efectivos?
- ¿Ha tenido los mismos efectos sobre los distintos colectivos atendidos?
Guía práctica 5 – Evaluación de impacto ESP
Guía práctica 5 – Evaluación de impacto CAT